Lautaro Juárez visitó La Ciudadela por primera y, según parece, única vez. Al menos, eso dejó entrever con sus palabras. “Más o menos” fue la calificación que le dio al Museo “Juan Carlos Carol”. A sus 13 años, el joven simpático de Atlético Tucumán podría haber dado un veredicto más duro, incluso lapidario. Sin embargo, no lo hizo. El espacio que el club de La Ciudadela creó hace menos de un año tiene un enfoque multicultural que logra captar la atención tanto de los hinchas como de quienes no lo son, e incluso de aquellos que no entienden nada de deportes. Por eso fue incluido en el recorrido de la “Noche de los Museos”, organizado por La Red de Museos en su 17ª edición.

El “Juan Carlos Carol” cumple con los estándares necesarios para formar parte del prestigioso recorrido. Lautaro llegó en bicicleta al portón de Bolívar y Benjamín Matienzo. Antes, había visitado el Museo “Mercedes Sosa” y el de la “Industria Azucarera”. Junto a sus padres, decidió hacer el recorrido que propuso la organización de MetaBici en bicicleta en lugar de utilizar los ómnibus o un vehículo particular.

“Es hermoso. Muy grande ideal para venir a dar una vuelta”, reconoció José papá del ciclista que, como exigían los organizadores, estaba equipado con los elementos de seguridad: casco, luces y guantes.

Padre e hijo se maravillaron por la presentación del lugar. Las rampas con la superficie que simula césped, las pantallas interactivas con viejas glorias que, claro, ellos pasaban de largo cuando aparecía por ejemplo, Jacinto Eusebio Roldán.

Aunque papá puede que haya disfrutado un poco de los éxitos que Roldán regaló desde el mediocampo “Santo”. “Cuando vine a Tucumán era hincha de San Martín”, hizo el revelador dato. Lo que pasa es que a sus jóvenes 13 años empezó a definir su perfil y cuando unos amigos lo invitaron a ver un partido de Atlético se produjo el flechazo. “Fue en 1994 y me enamoré”, afirmó el nacido en Chubut.

Mientras esperaba que la caravana de ciclistas vuelva al ruedo por calle Bolívar, el “decano” contó otra particularidad del universo futbolístico en el que vive la familia. “Mi otro hijo es hincha de San Martín”, apuntó Juárez. Esta vez fue un amigo de papá el responsable de que Iván se hiciera hincha de San Martín. “Por hacerme la contra le regaló para un cumpleaños la camiseta... se hizo hincha a muerte”, reconoció José sin pena alguna. Está más que contento por la divertida y sana situación que el fútbol los hace vivir. No importó la camiseta, los dos disfrutaron a pleno todo el recibimiento que prepararon los responsables del Museo. Pablo Pacífico, cantante identificado con el club, amenizaba el recorrido junto al guitarrista Manuel Durán. “Estuve en la primera ‘Noche de los Museos’”, contó el músico que recordó haber sido parte de las actividades en el Museo de la Universidad Nacional de Tucumán (Munt). Pacífico, autor de “Para mí” una de las canciones que compuso referida a la pasión que siente por San Martín, fue adoptada como un himno.

La perlita de la noche la puso María Silvana Zamora. “Cocó” (co_conserva es su Instagram) restauró varios documentos. Las actas que se encontraron fueron puestas bajo el análisis de la Restauradora de papel y libros antiguos, Museóloga y Doctora en Medio Ambiente Visual e Iluminación eficiente. Con la aplicación de sus conocimientos restauró 13 actas fundacionales. “Estaban en muy malas condiciones. Hay información presupuestaria, festividades, los precios de la época que causan gracia por lo bajito que eran”, detalló. La encuadernación original de los 13 libros se mantuvo y con el tratamiento se detuvo el deterioro físico y biológico.

Así los documentos ya forman parte de las vitrinas del “Juan Carlos Carol” que sigue haciendo méritos para que siempre tenga su lugar en la “Noche de los Museos”.

COMODIDAD. Luego del recorrido, en la planta baja está el bar y también se pueden adquirir algunos productos.
MODERNO. El museo tiene rampas. Es la tendencia mundial para garantizar la mayor accesibilidad a las personas. la gaceta / fotos de antonio ferroni